Estamos ya casi en 2018 y las empresas del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) se preparan para uno de los mayores cambios fiscales que se han producido en la región: la introducción del IVA.

A principio de 2017, seis estados miembros del CCG (Arabia Saudí, Bahréin, Kuwait, Omán, Catar y los Emiratos Árabes Unidos) firmaron un acuerdo marco sobre el IVA y, con ello, confirmaron una nueva fase en el desarrollo económico de la región.

El IVA (impuesto sobre el valor añadido) o su equivalente, el impuesto sobre bienes y servicios, y el impuesto general sobre ventas, son gravámenes fiscales habituales en las principales economías del planeta. De los 193 estados miembros de Naciones Unidas, 153 (el 79 %) han impuesto el IVA hasta la actualidad. 

En todo el planeta, el tipo del IVA va desde el 5 % de Canadá hasta el 25 % de Portugal. En el CCG se aplicarán idénticos tipos a los de Canadá, es decir, se introducirá un 5 % sobre bienes y servicios. 

La decisión del CCG de introducir su propio régimen de IVA se considera un importante paso adelante hacia la modernización, ya que aumentará los ingresos del gobierno y, con ello, protegerá frente a la inestabilidad dehttps://www.mof.gov.ae/En/budget/Pages/VATQuestions.aspx los precios del petróleo y alineará la economía de la región con las de otros bloques económicos importantes, como la Unión Europea y América del Norte.

El Ministro de Finanzas de los EAU ha declarado:

«El IVA ofrecerá una nueva fuente de ingresos para nuestro país y ayudará a que podamos seguir prestando servicios públicos de alta calidad de cara al futuro. También ayudará al gobierno a avanzar en su visión de reducir la dependencia del petróleo y otros hidrocarburos como fuente de ingresos».[1]

¿Qué es el impuesto sobre el valor añadido?

El IVA es un impuesto indirecto o un impuesto general sobre el consumo que se aplica a la venta de casi todos los bienes y servicios. Se utilizó por primera vez en Francia y Alemania a mediados del siglo XX. En la actualidad, la OCDE calcula que aporta el 20 % de todos los ingresos por impuestos[2].

En el CCG habrá productos con IVA cero, como las medicinas y los equipamientos médicos. Habrá otros servicios exentos de IVA, como el alquiler de viviendas en régimen de leasing. 

Las empresas que participen en algún punto de la cadena de suministro deberán cobrar el IVA directamente. El sistema del IVA funciona mediante la aplicación del impuesto a cada transacción. Los negocios que venden bienes o servicios imponen y cobran el IVA de sus clientes (lo que se conoce como «impuesto repercutido»), mientras que las empresas que adquieren bienes o servicios pagan el IVA a sus vendedores o proveedores (lo que se conoce como «impuesto soportado»). La mayoría de los negocios pagarán impuestos soportados y cobrarán impuestos repercutidos. Los detalles de estas transacciones constituyen la declaración de IVA de un negocio, de tal manera que el saldo resultante de restar el impuesto soportado al impuesto repercutido es la cifra que se debe a las autoridades fiscales.

Desafíos operativos

Aunque el que acaba asumiendo el coste del IVA es el consumidor final, y no los negocios que constituyen la cadena de suministros, son los negocios los que actúan como agentes recaudadores. Esto es uno de los aspectos más atractivos del IVA, ya que reduce la carga administrativa del estado y «reduce los errores en las declaraciones de impuestos y la evasión fiscal»[3]

No obstante, es inevitable que el cambio traiga más incertidumbre y desafíos operativos para las empresas de la región. La agencia de rating Fitch ha advertido de que la introducción del IVA en países del CCG «podría crear riesgos operacionales para las empresas y ejercer presión sobre los flujos de caja»[4].

En particular, destacó los costes asociados con la formación del personal y de los procedimientos, la reconfiguración de los sistemas informáticos y los costes de recaudación y entrega de impuestos.

Asimismo, se observó que las empresas que proveen bienes y servicios entre los países miembros del CCG o que operen dentro de zonas libres o entre zonas libres se enfrentarán a otras situaciones complejas, ya que los acuerdos entre los diferentes estados miembros del CCG podrían variar de unos a otros.

Implicaciones para la comunidad de los negocios

Las empresas de Arabia Saudí serán las primeras del CCG en afrontar estos desafíos. El país tiene previsto aplicar el IVA a partir del 1 de enero de 2018, tras la aprobación de la normativa de implementación el pasado septiembre por la Junta de Directores de la Autoridad General de Zakat e Impuestos (GAZT), bajo la presidencia de SE el Ministro de Finanzas, Mohammed Al-Jadaan. 

Deberán inscribirse para el IVA todas las empresas saudíes que tengan ingresos anuales superiores a 375 000 SAR. Las empresas que tengan ingresos anuales comprendidos entre 187 500 y 375 000 SAR tendrán la opción de inscribirse si así lo desean. El plazo límite para la inscripción en el IVA desde la página web preparada al efecto por el GAZT es el 20 de diciembre de 2017. Las empresas que no se hayan inscrito antes de esa fecha se enfrentarán a una sanción de 10 000 SAR. 

Las 250 mayores empresas del país, que ya están inscritas en GAZT para cuestiones fiscales, quedarán automáticamente inscritas para el IVA. Las pequeñas empresas con ingresos inferiores a 1 millón de SAR dispondrán de un año adicional para inscribirse, es decir, hasta el 1 de enero de 2019, para que así puedan prepararse de cara al IVA.

El Gobernador del GAZT, Su Excelencia Suhail Abanmi, comentó: «Independientemente del tamaño de cada una, todas las empresas tienen que prepararse para introducción del IVA y el GAZT está dispuesto a ayudarles en ese proceso. Asegurarse de que las empresas comprendan lo que implica la introducción del IVA y tomen las medidas necesarias para prepararse es una prioridad para el GAZT».[5]

Se impondrán sanciones económicas a las empresas que no cumplan la normativa del IVA. En casos graves, como por ejemplo en caso de evasión fiscal, las empresas se enfrentarán a sanciones de hasta 1 millón de SAR, penas de dos años de cárcel y otras sanciones penales, además de un recargo del 200 %.

Se prevé que la amenaza de la publicidad negativa y el posible impacto que podría tener sobre los inversores y los clientes de las empresas será un factor que contribuirá notablemente a que la inmensa mayoría se esfuerce en hacer que la transición al régimen fiscal del IVA transcurra con el mínimo posible de incidencias.

Las empresas inscritas para el IVA tendrán que documentar los detalles de cada transacción en la que participen. Igualmente, deberán tomar medidas para realizar las declaraciones del IVA que sean necesarias, así como para gestionar de manera adecuada el flujo de tesorería con objeto de afrontar los pagos trimestrales del IVA. 

La consultora especializada en cuestiones del IVA The VAT Consultancy aconseja lo siguiente en un informe:

«Los sistemas de las grandes empresas se enfrentan a un desafío para capturar la información correcta en términos de declaraciones y facturaciones. En determinados países miembros del CCG es habitual el uso de cheques y pagarés como instrumento principal para realizar transacciones entre grandes empresas de determinados sectores. Por consiguiente, las empresas deberán comprender a la perfección las reglas fiscales y cómo anotar correctamente todas las transacciones para garantizar que las declaraciones del IVA sean correctas[6]».

El IVA en Arabia Saudí

A partir del 1 de enero de 2018, todas las importaciones de suministros de bienes y servicios en Arabia Saudí estarán sujetas a un tipo estándar de IVA del 5 %, aunque determinados bienes y servicios estarán sujetos a IVA cero o estarán exentos.

Entre las principales exenciones[7] se encuentran las siguientes:

  • Prestación de servicios financieros – La prestación de servicios financieros, incluidos los productos financieros islámicos, está en su mayor parte exenta de IVA. Los honorarios, las comisiones o los descuentos comerciales que reciban los bancos estarán sujetos al IVA, no obstante, igualmente exentos estarán los seguros de vida, pero no los seguros de carácter general.
  • Suministros domésticos– Están exentos de IVA los alquileres o licencias inmobiliarias para viviendas (no se incluyen hoteles, pensiones, casas de huéspedes, moteles, apartahoteles u otros alojamientos de carácter temporal).
  • Suministros médicos– Los medicamentos aprobados por el Ministerio de Sanidad, o los productos médicos con licencia de la autoridad saudí en materia de alimentos y medicamentos (SFDA) tienen un tipo impositivo de cero cuando se dispensan para uso personal.
  • Autoridades del gobierno– En general, las autoridades del gobierno no necesitan inscribirse para el IVA, salvo que ofrezcan bienes y servicios en competencia con el sector privado.

Se prevé que el nuevo impuesto afecte a unos sectores más que a otros. Un informe de la consultora de investigación Euromonitor International[8] afirma que los grandes márgenes que ahora tienen los minoristas de la región deberían permitirles asumir el coste adicional sin subir los precios, al tiempo que protegen sus ingresos por ventas.

En contraste con lo anterior, en el sector de los electrodomésticos, más sensible a los precios, el impacto podría ser peor, ya que los minoristas tienen más limitaciones para absorber el coste del IVA.

 La preparación de cara a la introducción del IVA

Será esencial realizar una planificación minuciosa y diligente para que todos los sistemas necesarios estén instaurados antes de 2018, ya que de lo contrario las empresas podrían sufrir alteraciones que serían evitables. 

Básicamente, necesitarán diseñar nuevas facturas e informes que permitan realizar las declaraciones de IVA. Pero esto no es todo, hay problemas mucho más complejos. En Malasia se introdujo el IVA en abril de 2015. Las empresas afrontaron los mismos desafíos que las empresas del CCG se disponen ahora a afrontar, y su experiencia es la referencia más reciente para las empresas de Oriente Próximo.

Entre otros asuntos, las empresas de Arabia Saudí y del CCG tendrán que plantearse lo siguiente:

  • ¿Será necesario actualizar o adaptar los sistemas informáticos para procesar el IVA?
  • ¿Sería mejor contratar a una empresa externa para gestionar la transición al IVA, o dispone el personal de los recursos y los conocimientos técnicos necesarios?
  • ¿Afectará negativamente a la empresa la introducción del IVA?
  • ¿Será necesario renegociar algún contrato a largo plazo para tener en cuenta el nuevo régimen fiscal?[9]

Las empresas tendrán que actuar con rapidez y decisión para tener tiempo de superar todos los desafíos que se avecinan. Las empresas tienen que hacer frente a la responsabilidad de introducir el IVA en Arabia Saudí y en el CCG, un paso muy importante en el proyecto de modernización económica que contribuye a hacer avanzar los objetivos del programa Visión 2030 y proveer valiosos ingresos para financiar servicios públicos esenciales. 

A corto plazo es inevitable que surjan contratiempos, pero de cara al futuro es una indicación más de que la prosperidad de la región está ahora más segura.

[1] , con acceso desde septiembre de 2017.

[2] VAT in GCC: Facts and Lessons, Dr Tarek Ghalwash, OECD, con acceso desde septiembre de 2017

[3]VAT, Ministerio de Finanzas de Emiratos Árabes Unidos, con acceso desde septiembre de 2017

[4] Fitch: GCC Corporates Face Multiple VAT Challenges, 16 de febrero de 2017.

[5] https://www.gazt.gov.sa

[6] VAT in the Gulf region (GCC), The VAT Consultancy, 1 de abril de 2017

[7] Consulte con su asesor fiscal si desea información más detallada acerca de las exenciones.

[8] The Impact of the 2018 Value Added Tax (VAT) on the Food and Drinks Industry in UAE and Saudi Arabia, Euromonitor International, noviembre de 2016.

[9] An introduction to Value Added Tax in the GCC, PWC, enero de 2017