• J-WAFS está desarrollando una nueva tecnología portátil para obtener pruebas más económicas, precisas y veloces que permitan detectar al momento leche contaminada.
  • El dispositivo, provisto de batería, mejora en tiempo real el control de toda la cadena de suministro de la industria láctea, desde los agricultores hasta los centros de recolección y las plantas de procesamiento.

El Laboratorio Mundial de Seguridad Alimentaria y Alimentaria Abdul Latif Jameel (J-WAFS) está desarrollando en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (ITM) un nuevo dispositivo portátil de bajo coste que comprueba la calidad y seguridad de la leche.

Los métodos actuales de control de la leche en países como la India, que tienen complejas cadenas de suministro que involucran a numerosos productores lecheros a pequeña escala, pueden ser poco fiables. La calidad puede verse afectada en numerosos puntos de la cadena de suministro por factores como las variaciones de temperatura y humedad, los múltiples métodos de manipulación y el uso de tecnología poco fiable. Los controles de calidad se llevan también a cabo en plantas de procesamiento que utilizan sistemas autónomos, tras los cuales la leche se transporta a los usuarios finales. Esto implica que el riesgo de contaminación puede darse tanto antes como después de los controles.

Los investigadores de J-WAFS están trabajando en una solución que pueda aplicarse en cualquier punto de la cadena de suministro para garantizar una calidad uniforme en el traslado de la granja al mercado. Esta nueva tecnología consiste en un pequeño dispositivo portátil que funciona con batería y que analiza la grasa y las proteínas de la leche, lo que indica su calidad generalmente, de forma que proporciona resultados instantáneos.

Funciona sumergiendo el dispositivo en una muestra de leche donde un sensor incorporado detecta las concentraciones de partículas de grasa y proteínas de la leche. Los resultados se muestran en menos de un minuto a través de una pantalla incorporada.

La ventaja de esta tecnología es que los controles se pueden llevar a cabo sobre el terreno y en tiempo real en cualquier etapa de la cadena de suministro. También significa que los errores, la calidad y el sistema de seguridad en las muestras de leche se pueden rastrear más fácilmente dentro de fincas e intermediarios individuales, a la vez que proporciona un mayor control en tiempo real para administrar el abastecimiento y evitar su deterioro.

La producción de leche es una gran industria global; por ejemplo, la producción de leche de la India en 2016 fue de 155 millones de toneladas y el país tiene más de 75 millones de productores lecheros. En cambio, según la Organización Mundial de la Salud, una de cada diez personas enferma cada año por consumir comida contaminada, incluyendo productos de consumo diario. Los niños menores de cinco años corren especialmente un alto riesgo y cada año mueren 125 000 a causa de enfermedades transmitidas por los alimentos. Esta nueva herramienta podría ayudar a detectar problemas en la calidad y seguridad de la leche en particular. Dado que se puede utilizar en muchos momentos y lugares a lo largo de la cadena de suministro, podría contribuir a reducir los casos de contaminación transmitida por productos lácteos y a garantizar que la calidad se mantenga.

El laboratorio J-WAFS es un proyecto de colaboración entre Community Jameel y el ITM que se puso en marcha en 2014 para promover el desarrollo e implementación de tecnologías, políticas y programas destinados a afrontar diferentes desafíos relativos a los sistemas de agua y alimentación del planeta.

Dirigió la investigación el vicepresidente de Aprendizaje Abierto del ITM, Sanjay Sarma.

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